domingo, 17 de octubre de 2010

Salar

Para variar, abrazado al lámpara blanca de su pieza, indignado, asustado y enfermizo de concebir las cosas, Dante cabecea frente a un libro a instantes de romper en lágrimas: porque piensa en ella, porque piensa en él, porque piensa que a veces piensa demasiado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué tal Dante?
¿En qué piensas hoy?
¿Te gustaria salir un rato a jugar?
!!!Vamos¡¡¡

Simple, honesto, emotivo e introspectivo en retrospectiva.

Saludos vieja

Ms. Davis dijo...

de vez en cuando todos penamos demaciado y bañamos nuestros ojos con sal -.-