viernes, 19 de agosto de 2011

Cerrado

Cerrado
como el enemigo que siempre tuve al frente, cerrado
como el algoritmo que pasa por mi mente, cerrado
amarrado a las costras de los castillos
pidiendo que se haga de día, cerrado
pidiendo humildad el capricho a viva voz, cerrado
encerrado, amordazado y con pestillos
cobarde y poco sincero, cerrado
alumno de los tranvías que acumulan postales, cerrado
el hijo tambaleante, muerto de miedo ante la madre en el pasillo
terco y melindroso ante los argumentos, cerrado
aún en paz con los recuerdos, cerrado
apilado ante el desconcierto mismo
a la cola de Fermat y Nostradamus, cerrado
perdido en su propio palacio, cerrado
vistiendo el tumulto de vivos violetas
girando el cuerpo
sintiendo que se escapa la última pluma
sintiendo que no es nada, sintiendo la luma
apelmazado y ultrajado por su propio intelecto
fingiendo y endulzando el mismo desierto
quemando las polaroids con las yemas de los dedos
quemando este amor con palabras, hasta que desaparezca
para nunca más estar cerrado.

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