¿Vienes a robarme lo que me queda de sangre?
¿Quién fuiste, acaso este es el momento?
No tengo nada, lo siento
no tengo nada, y aún me tienes
todos alardean de sus pasiones
tu ahora me causas esto
esta amalgama de cosas nuevas.
Miró a su alrededor:la multitud lo había vencido. En un parpadeo, aquel ser brincó sobre la gente, se transformó en fuego y resplandeció como un rayo en el horizonte, mientras desaparecía para siempre de la memoria de los hombres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario