
dos, son un grito de ayuda
el humo decanta en mis venas
mi cuerpo se expande
mi espíritu canta
los acorazados de la memoria se levantan
con el hábito de pisar el filtro
mirando el sol o a las estrellas
Miró a su alrededor:la multitud lo había vencido. En un parpadeo, aquel ser brincó sobre la gente, se transformó en fuego y resplandeció como un rayo en el horizonte, mientras desaparecía para siempre de la memoria de los hombres.
3 comentarios:
Volviste!
andabas perdido parece.. Yo ya había leído tu blog apenas fuimos "amigos" de facebook. A mi también me gusta como escribes, te dejo saludos bonito.
curiosa descripcion para un vicio al que es adicto el cuerpo, quizas para una nesecidad que necesita ser satisfecha para el alma.
Increible como el habito de fumar,es... hasta hermoso de la forma que lo describes...
=)
que estes muy bien
saludos
Verónica
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